Cuando uno va a la playa, puede enterarse del estado del mar según la bandera isada por el guardavida. La bandera celeste -la que indica mar bueno- nunca será vista. Su existencia es teórica, a pesar de que a veces el mar es, efectivamente, bueno. Uno puede llegar a esa conclusión por cuenta propia e ingresar.
Los guardavidas, por las dudas, prefieren no confirmar la bondad de la marea. De esta manera pueden dedicarse más tiempo a aceitar y exponer su autoridad y abdominales a las jóvenes. Todo sin abandonar su casilla, convenientemente elevada.
Y eso es todo lo que hay que saber acerca de la cultura corporativa.
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