miércoles, 21 de enero de 2009
Economía de verano
Quienes compran una pileta de lona para que los pequeños puedan jugar, y a su vez compran un salvavidas con forma de pato con dos agujeros calados para que el niño pueda meter sus piernas, podrán lograr el mismo nivel de disfrute dándole al niño un peluche viejo y sentándolo en un banquito de plástico mientras mete los pies en un balde de agua.
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